Título: El príncipe que no tuvo su final feliz
Autor: Zela Brambille
Género: Ficción, Historia Corta
Serie: The Garden #1.1
Los cuentos de hadas siempre tienen un final feliz. El príncipe encuentra a su princesa y la lleva en su corcel blanco a ver el amanecer por el resto de sus vidas. Pero ¿cuánto dura una vida? ¿Cien años o un día?
No tuvo que luchar con dragones ni escalar la torre más alta, él encontró a su princesa en esa cama de hospital. No tenía cabello para arrojarlo por la ventana, solo una enorme sonrisa que le hacía soñar con su final feliz; pero su princesa no duró para vivir con él su «para siempre».
Ciertamente leer esta historia fue rápido por lo corta que es, pero no fue sencillo por el sentimiento que está obra transfiere.
La historia nos cuenta la perspectiva de un niño que está conociendo el mundo como cualquier otro, con nuevas experiencias y encuentros, pero a diferencia de muchos otros niños cuyas aventuras tratan de matar dragones y volverse un pirata de los siete mares, él se enfrenta a una dura realidad a razón de su enfermedad, y es que hablar de cáncer no es hablar de cualquier cosa.
Nuestro pequeño protagonista nos lleva en cada página a conocer sus sentimientos al respecto, a lo que es tener una enfermedad que podría tener un costo muy alto, y lo que de inicios para él implica sentir amor por alguien más.
Porque si, nuestro pequeño príncipe se enamora, y a lo largo del libro podremos sentir la felicidad ante el descubrimiento del primer amor, la impotencia ante una enfermedad grave, y el impulso a querer luchar por algo.
A tener esperanza.
Esta historia sacó a flote una serie de sentimientos enterrados hace un tiempo y me dio un vuelco al corazón en varias ocasiones, principalmente por el tema de la enfermedad terminal cuyo futuro siempre es incierto. Ello y la perspectiva de un pequeño que no comprende por qué le pasan las cosas a él, por qué de todos en el mundo debe ser alguien que no le ha hecho mal a nadie quien tiene que luchar día a día por su vida contra un mal intangible; y aunque no profundiza del todo en ello, el mensaje está claro desde el principio.
«Eres una pequeña luz que nunca se apaga, eres casi inmortal pues te quedaste en mí como si de verdad existieras.»
El príncipe que no tuvo su final feliz
Hay un detalle que aun así no me gustó del todo. Esta es una historia corta, sí, pero había unos capítulos que era excesivamente cortos y que parecían una forma de llenar el espacio más que dar el suspenso para el próximo, esos lapsos de alguna forma me cortaban la lectura desconectando mi mente del ritmo y del sentimiento previo.
El final fue algo que me revolvió, y aunque era algo que ya veía venir, no esperé que de todas formas me sorprendiera como lo hizo, es probable que se deba a que la autora puede transmitir el sentimiento en el texto si se presta atención.
Cabe mencionar que esta es una historia de Zela Brambille conectada con otra de sus obras llamada «Gardenia», como tal tiene un par de guiños a ella, pero de todas formas se puede disfrutar sin tener que leer «Gardenia» primero, aunque si es recomendable hacerlo.
También al terminarla me enteré de que en la versión física de «Gardenia» esta historia corta ya viene incluida y mejor pulida, por lo que mi recomendación es hacerse del libro físico para tener una mejor experiencia.
«El príncipe que no tuvo su final feliz» es una obra corta perfecta para cuando buscas una lectura ligera cargada de sentimiento, algo para leer en una tarde acompañado de un buen café, pero con una caja de pañuelos cercana, solo por si acaso.
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