Cómo romper un bloqueo lector

Quiero creer que a todos nos ha pasado esto y que no soy la única que se ha vuelto desertora de la lectura alguna vez.

Porque admitámoslo, leer no siempre es placentero.

A veces leer se vuelve una despiadada lucha entre nosotros ―y nuestra escasa motivación― contra el libro acumulando polvo en una esquina, y no sé ustedes, pero ser consciente de que tengo un bloqueo lector solo hace que me bloquee más e ingrese a un bucle de eterna perdición.

Que si bien, yo escaso de amor propio y suelo terminar cosas que no me gustan, solo para satisfacer el alma chismosa que crece en mí, ello no evita que caiga en esos bucles sin retorno.

Pero gracias a mi desgracia, he hecho uso ocasional de una serie de trucos para salir del embrollo y encontrar la forma de tomar un libro y gozar la lectura de vuelta, y he decidido venir a compartirte mis trucos ancestrales esperando que también a ti te funcionen.

No te fuerces a leer.

Que sí, que sí. Yo sé que es difícil, más cuando nos educan a decir que sí a todo y ser unos buenos samaritanos; pero a veces es necesario mandar todo lejos y empezar de cero.

Con los libros es igual.

Cuando leer se vuelve pesado obligarte a continuarlo solo ocasionará que se vuelva un castigo peor que aceptar ante una multitud que fuiste Team After alguna vez.

Si esto ocurre lo mejor es dejar el libro a un lado y retomarlo más tarde. Tomar un descanso de la lectura no está mal, todos necesitamos un descanso de vez en cuando. Ver una película, meditar, jugar o hacer cualquier otra actividad puede ser la mejor medicina para un libro atascado.

Tira el libro por la borda.

Sé que se parece a la anterior, pero no es igual. Este trata de dejar un libro por completo, no retomarlo luego. Simplemente dejarlo.

No todos los géneros son para todas las personas, ni los libros lo son, algunas veces no son los indicados para nosotros y dejar un libro inconcluso no te hace menos lector. Por el contrario, te hace un lector que sabe exactamente qué es lo que quiere. Si el libro que tienes pendiente no logra atraparte cambiarlo será mucho mejor que torturarte leyéndolo.

No seas como yo, sé un sinsajo libre.

Determina un horario de lectura.

Porque el amo y señor de los lectores tiene que encontrarte en la labor de la lectura para darte la bendición.

«No tengo tiempo» es una oración que muchos de nosotros repetimos cuando el libro empieza a acumular polvo en la mesita de noche, y eventualmente quitamos el libro de ahí e ignoramos que tuvimos una lectura pendiente.

Porque es más fácil.

Pero lo cierto es que un poquito de organización ayuda un montón, que, a ver, tantos canales en Youtube de cómo organizar el tiempo no pueden estar equivocados a la vez.

Que sí, hay mucha gente que lo está, pero ese no es el punto.

Hacernos de un tiempo de lectura en el día, así sean 15 minutos diarios destinados a leer ayudará a ir rompiendo el bloqueo poco a poco, además si empiezas ordenando algo pequeño en tu día también te ayudará a sentirte mejor, y esto no lo digo yo, lo dice la ciencia.

Busca un espacio para leer

Si quieres leer tras dejarlo un tiempo, y los lugares habituales te distraen mucho, porque tienen mucho ruido, mucha gente, mucho de todo y te sientes sobre estimulado, hacerte de otro espacio es lo acertado.

Prueba a cambiarlo y hacer de otro lugar tu nuevo espacio de lectura.

Empieza un ritual

No, no un amarre, claro que no.

Está comprobado que al cerebro le van las rutinas, y si lo acostumbras a una será más fácil mentalizarte a leer y tomar vuelo tan pronto abras el libro.

No importa de qué tipo, beber un té, comer un chocolate o alguna golosina mientras lees. Los rituales de lectores son extensos, distintos e incluso contrastantes entre sí, sea como sea ayudará a que tu cerebro sepa que es momento de leer y pondrá su concentración en ello.

Como dato adicional, este último también funciona para dormir. Las rutinas son mágicas y abren fronteras.

¿Te parecen funcionales estos consejos? Si los pruebas, por favor cuéntame tu experiencia, o mejor aún, compárteme cuáles son tus formas de salir del bloqueo lector sin perder pestañas en el proceso.

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